¿Para qué se trabajan los Pasos en los Programas de 12 Pasos?

Todos estamos en equilibrio y es mejor con ayuda.
El propósito de trabajar los Pasos es recobrar la reconexión espiritual con un Poder Superior según cada quien lo reconozca.

Hace poco, tuve una conversación con una compañera del Programa de CoDA que expresaba sentirse fatal y algo “castigada” por sus experiencias y relaciones románticas -en parte- por tener más de un año en Codependientes Anónimos y no haber terminado de trabajar los Pasos.

Todos estamos en equilibrio y es mejor con ayuda.
Ilustración tomada y modificada de On My Own, Together: Learning to Accept Help

Personalmente, he visto mucho sufrimiento innecesario por la confusión de no saber a qué ritmo y con qué urgencia trabajar los Pasos. El Libro Grande no es confuso sobre esto. Nos dice “(…) con la energía desesperada de aquél que se va ahogar.” (Libro Grande, pág. 32)

Ahora bien, no es raro que la codependencia se superponga con otras adicciones o defectos de carácter como el perfeccionismo y el workaholismo o la adicción al trabajo. Gracias a mi recuperación, puedo sintetizar dos aprendizajes en relación con este tema:

  • El perfeccionismo es un grave obstáculo para la excelencia porque me lleva a demoras innecesarias y a tener objetivos inalcanzables.
  • Trabajar hasta que estoy exhausta y en el límite de lo que humanamente soy capaz, no es -de ninguna manera- un plan de crecimiento espiritual.

Entonces ¿cómo aproximarme al trabajo de los Pasos y progresar espiritualmente evadiendo las trampas del perfeccionismo y el trabajo excesivo? La respuesta simple es con ayuda y claridad.

Para mí, la claridad vino con el estudio del Libro Grande. La ayuda, con personas recuperadas, es decir, gente que además de sobriedad de sus adicciones tienen serenidad, aceptación, libertad y siguen creciendo espiritualmente independientemente de sus circunstancias.

El propósito de trabajar los Pasos, pues, es recobrar la reconexión espiritual con un Poder Superior según cada quien lo reconozca. Esa reconexión es casi imposible si estoy obsesionada o eternamente abrumada por mis sentimientos dolorosos.

Las obsesiones y el dolor infinito suelen provenir de una forma de pensar equivocada que se concentra en los resentimientos y los arrepentimientos (pasado) y en los miedos (futuro). Esta concentración es involuntaria y resulta de hábitos tóxicos o “malas mañas” que generalmente aprendimos de niños así como de compensaciones por traumas sin resolver.

En ese sentido, la técnica de los 12 Pasos es genial. El Dr. Bob, cofundador de  AA, la resumía así “Limpia la casa (espiritual) confía en Dios y ayuda a otros”. Es así que en los tres primeros pasos reconocemos y admitimos tanto el problema (en el caso de la codependencia, la adicción al control) como la solución (un despertar espiritual).

En los Pasos 4to al 9no revisamos nuestra forma de pensar distorsionada y nos disponemos a arreglar lo que necesite ser reparado, dándole permiso a nuestro Poder Superior para que nos ayude con nuestros defectos de carácter o mecanismos de compensación . Así mismo, enmendamos el daño que hayamos causado debido a nuestra incapacidad de ser nosotros mismos, sin falsos escudos y mecanismos auto derrotistas. Los Pasos 10 al 12 proporcionan el mantenimiento  necesario para ser útiles y conocer la felicidad de ayudar a otros desinteresadamente.

Con mi codependencia, he experimentado el milagro de la recuperación: tengo años libre de obsesiones y, en este momento y un día a la vez, no me tienta de ninguna manera tratar de controlar algo sobre lo que no tengo control.  No esquivo las situaciones difíciles, conozco mis límites porque he pasado tiempo conociéndome a mí misma y trato de presentarme en la vida como lo que soy: una persona imperfecta, con propósito, libre y con deseos de ser útil. Recuperada de fantasías perfeccionistas.

Y a pesar de que en estos años recientes la vida ha hecho lo que la vida hace, a veces con cambios y pérdidas dolorosas, puedo afirmar con convicción y asombro que soy una persona feliz y que para mí, hoy en día ver a otras personas obtener lo que yo he obtenido es fuente de un gusto difícil de describir.

Es por eso que siempre trato de extender mi mano para cualquiera que quiera trabajar los pasos “con la desesperación de alguien que se ahoga” tal como lo sugiere el libro que para mí es un manual de vida. “Y aquello que en el inicio semejaba ser una pequeña vara hueca de la cual asirse, resultó ser la mano de Dios. Nos fue dada una vida nueva o, si se prefiere, un modo de vida verdaderamente eficaz para nosotros.”

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