Lemas1
Después de la entrada de las gratitudes, el post más popular en este blog es el de los lemas. Aquí van, entonces, más lemas de recuperación:
Principios antes que personalidades. Este lema nos recuerda que algunos principios como la honestidad, la esperanza, la perseverancia y la integridad no se negocian o posponen cuando nos “rozamos” con personalidades que, por ejemplo, nos asustan, enfurecen, desaniman o intimidan.
Piensa en grande y ejecuta en pequeño. Este lema me ayuda mucho con tareas aburridas como limpiar la casa o hacer las maletas pues pongo intención en ver algo inspirador mientras que comienzo de a poquito y sin abrumarme. Por ejemplo, me imagino que mi casa es preciosa y organizada pero comienzo arreglando de a poquito: una gaveta, un tramo de la nevera o un paquete de papeles acumulados. Un detalle fresco que puede ir de fundas limpias y planchadas a un ramito decorando  son pequeñas ejecuciones que me animan a seguir con el plan grande.
Dios no tiene hijastros. Este lema es muy útil para cualquier codependiente como yo, que tiende a “apropiarse” de los problemas ajenos en vez de confiar que, igual que para mí, las dificultades y los problemas son recordatorios y oportunidades para la reconexión espiritual de todos.
Espiritualidad es la habilidad de salir de nuestra cabeza. Esta aproximación práctica nos recuerda que muchos defectos de carácter provienen del ego. Cuando hago servicio y ayudo a otros sin expectativas, me hago el servicio de salir de mi cabeza.
Finalizo con un lema que no necesita explicación:
Cuando tratas de controlar a otros ¡ya perdiste el control!

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