El Libro Grande de Alcohólicos Anónimos fue escrito originalmente en inglés y contiene tanto el método que usaron los primeros alcohólicos que se recuperaron usando las prácticas de los Doce Pasos como, al final, testimonios de alcohólicos.
Cuando este libro se tradujo, ciertos testimonios -como la de los fundadores Bill y Bob- formaron parte del libro en español. Sin embargo, los servicios mundiales, basándose en el deseo de las mayorías, decidieron que las historias del libro en español deberían ser escrita por miembros de países hispanohablantes. Creo que por esa razón es difícil encontrar contenidos de las historias en inglés traducidos “oficialmente” en español. Aquí hay un sitio web que cuenta un poco esta historia.
Menciono esto porque en la versión en inglés hay una sección que no forma parte de la traducción en español. Se llama “Libertad del encadenamiento” y fue escrita por una mujer alcohólica que encontró no sólo recuperación de alcoholismo sino una vida de serenidad y libertad en su Programa de 12 Pasos. Ella recogió varios de los lemas famosos de AA como que en el programa “encontramos no sólo una manera de vivir sin beber sino una manera de vivir sin querer beber.” Por cierto que, en este lema, yo cambio “beber” por “comer compulsivamente” (para mi adicción a la comida) o “controlar” (para mi codependencia) y me sirve perfectamente.
En “Libertad del encadenamiento”, hay una parte en que la autora describe un viejo y rebelde resentimiento hacia su mamá . En la página 552 habla de la enmienda que le sirvió para superarlo y -al menos en inglés- esta parte es bastante conocida. Parafrasea allí el consejo, encontrado en una revista, que le dio un amigo en recuperación. Es este:
“Si usted tiene un resentimiento del que desea liberarse, ore por la persona o la cosa que molesta. Esto lo liberará. En la oración debe pedir todo lo que quiera para sí mismo. Entonces usted será libre. Pida por la salud de esta persona, su prosperidad, su felicidad y usted será libre. Aun cuando usted en verdad no quiera esto y sus oraciones sean sólo palabras, siga adelante y hágalo de todos modos. Hágalo todos los días durante dos semanas y usted se sorprenderá de cómo su intención y deseos cambiarán. Se dará cuenta de que en donde solía sentir amargura, resentimiento y odio, ahora siente amor y compasiva comprensión.”
Como todo lo que es sanador en los Programas de 12 Pasos, esta mujer no habla de una teoría, sino de su experiencia, de algo que ella hizo y funcionó. Como resultado de este consejo, ella oró y pudo al fin librarse del resentimiento hacia su madre.
Derivada de este párrafo, a mí me enseñaron la oración contra el resentimiento que dice así:
“Dios, te pido que todo lo que yo quiero para mí, le sea dado a (la persona que resiento). Pido para (la persona que resiento) prosperidad, salud, libertad y felicidad.”
Con el tiempo, la gente ha ido acumulando experiencia de formas como esta oración funciona. No necesariamente de por qué funciona sino cómo adaptarla para resentimientos particulares. En el siguiente post (segundo y último con este tema de la oración contra el resentimiento) cuento mi experiencia con esta oración y una adaptación que usé exitosamente en un caso personal.