La prisa es uno de los falsos Dioses de nuestro tiempo. Esta oración recuerda lo que es importante en relación con planes y prioridades.

Hermoso paisaje acuático con la luna y el sol presents

Hoy entrego mi ansiedad y mi sentido de urgencia

y dejo que Dios me guíe en el diseño de mi vida.

Ahora abro mi corazón al tiempo de Dios

y dejo ir mis agendas, plazos y expectativas.

Solamente así puedo reconocer

el suave y dulce ritmo de Dios.

Cuando abro mi alma a la Evolución Divina,

mi ser alcanza paz.

Cuando me relajo en el tiempo de Dios,

mi corazón se siente cómodo.

Cuando permito que Dios establezca

el tono y plan de cada día,

me encuentro en el instante y ritmo correctos.

Así me dispongo y me preparo

a las oportunidades de Dios.

Compartir

Publicaciones Relacionadas