El servicio: Antídoto de la Desconsideración

No hay una línea clara entre error y estupidez. Una estupidez es un error que se define por el egocentrismo y la desconsideración Muchos errores son una mezcla de aprendizaje y egocentrismo. ¿Se puede evitar cruzar involuntariamente hacia la estupidez? El servicio da una clave
Aure, mi hijo, es un artista e ilustra mis publicaciones. Aquí una de sus creaciones.

En mi último post, usé la palabra “estupidez” y ofrecí una explicación. Esta explicación me es importante porque en el pasado yo confundía los errores con la estupidez. Puede ser porque en mi infancia algunos adultos llamaban “estúpido” lo que no les gustaba de mí o de mis acciones. O porque crecí con la idea de que necesitar la fe era una estupidez.  

No es sorprendente que, más tarde, en los medios académicos, yo gravitara hacia gente que usaba la palabra “estupidez” para calificar algo que no entendían o que les estorbaba. En realidad, los errores no solamente son humanos, son indispensables para crecer y aprender. Este reconocimiento ha sido crucial para yo permitirme ser humana y avanzar -no a pesar de mis errores- sino ¡gracias a ellos!  

¿Quiere decir esto que la estupidez no existe?

Hace poco veía en las noticias un chico que en un automercado destapaba productos refrigerados, lamía o escupía el tope de cada producto y lo guardaba como nuevo en la nevera. Mientras él hacía esto, alguien más lo filmaba con la intención de crear un video viral, en este momento en que la saliva y el moco son objeto de horror con el  COVID 19. Estoy segura de que si nos ponemos a ello, la lista de ejemplos de estupideces como ésta sería sustancial si no preocupante.

¿Cómo diferenciar, entonces,  el error de la estupidez?

Esto es lo que me sirve a mí: una estupidez es un error que se define por el egocentrismo y la desconsideración.

En AA he escuchado una definición práctica. Es egocéntrico todo lo que esté motivado por  “yo, yo, yo, mío, mío, mío, ya, ya, ya”. En el ejemplo, este muchacho está centrado en su deseo egocéntrico de ser famoso instantáneamente y sin esfuerzo.

Desconsideración, por su parte, ¿hará falta escribirlo? consiste en ignorar, no-considerar, el bienestar ajeno y el propio. Por ejemplo, este chico no sólo creó innecesaria angustia para otros, también terminó en la cárcel, detalle que comparto para quienes, como yo, se deleitan con un final feliz.

Lamentablemente, como seres naturalmente egocéntricos, las personas no contamos con una línea muy clara entre error y la estupidez. De hecho, muchos de nuestros errores resultan ser una mezcla de aprendizaje y egocentrismo.  ¿Hay algo que nos pueda salvar de cruzar involuntariamente hacia la estupidez? El servicio y la fe. Si mis acciones y mis aprendizajes se inclinan a ayudar a otros, si al menos me mantengo cerca del amor cuando emprendo algo, a la desconsideración le queda muy poco chance.

Un cuarto de sol con un cojín que dice (en inglés) "Los errores son prueba de que estás intentando”
El cojincito con el recordatorio

En mi cuartico soleado -algo que se usa en lugares como el que vivo en el que el sol es un lujo- tengo un cojín que me recuerda “Los errores son prueba de que estás intentando”.

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