Como he comentado en otros post, los programas de recuperación de CoDA (Codependientes anónimos) no tienen una definición de qué es la codependencia pues es importante que cada quien encuentre sus propias verdades en relación con esta enfermedad.
El estereotipo retrata a los codependientes como personas cuya felicidad depende del bienestar de otro, generalmente alguien cuyo bienestar es de difícil acceso pues, por ejemplo es un alcohólico, un adicto o una persona inaccesible emocionalmente.
Sin embargo, yo nunca encajé en este estereotipo: en mi familia no hay alcohólicos – que yo sepa- y yo nunca me enamoré de un adicto o de alguien inaccesible.
Puestos a la tarea, yo defino mi codependencia como la adicción al control: una necesidad compulsiva de controlar experiencias y resultados, acompañada de una percepción distorsionada de mis errores y una vergüenza tóxica ante el sufrimiento.
Hoy en día gracias a los programas de CoDA, OA e incluso AA (aunque no soy alcohólica) me he recuperado de esta adicción un día a la vez y vivo una vida feliz, libre y humilde, es decir de la talla correcta: no soy Dios y no soy un error, soy imperfectamente humana y con un propósito que es el de ayudar, amar y servir sin expectativas para lo cual tengo primero que cuidar de mí misma.
Pues bien hace pocos días la meditación del librito “Por Hoy” del programa de OA (Comedores Compulsivos Anónimos) me sorprendió con un hallazgo sobre el control que no había escuchado antes. Por eso me animé y la traduje. Aquí está:
La naturaleza no es derrochadora sino que toma el camino más corto para sus fines. Ralph Waldo Emerson
El crecimiento es un fenómeno de la naturaleza. No puedo crearlo, formarlo o presionarlo. Sólo puedo hacer el trabajo de a pie, sobrellevar el dolor y saber que los resultados no dependen de mí.
En el proceso de crecer hay lucha: el orgullo, el ego y la voluntad mal usada se interpondrán pero pueden sobreponerse gradualmente con comprensión y compasión.
El dolor es siempre el maestro pero con cada periodo de crecimiento se vuelve menos agudo. El crecimiento es lo opuesto al control. Otra manera de expresar el crecimiento es dejar ir y dejar a Dios y este es un tema en el que sólo puedo esperar mejorar y no hacerlo perfectamente.
Por hoy: ¿Realmente necesito vivir en control – lo cual realmente es un desperdicio de la acción – o puedo confiar en mi Poder Superior? Voy a dejar que hoy sea una sorpresa maravillosa.